algunos misterios del mundo


El Triángulo de las  

El Triángulo de las Bermudas, el Triángulo del  o el Limbo de los Perdidos, es un espacio marítimo de forma triangular que comprende la península de , la isla de Puerto Rico y el archipiélago de las Bermudas; escenario de múltiples desapariciones y extraños sucesos que hasta hoy no tienen explicación. 

Es una zona donde, según los navegadores, las brújulas se descontrolan, los instrumentos de mando dejan de funcionar y ocurren sucesos externos fuera de lo común. Éste misterio no es reciente, ya que Cristóbal Colón reportaba en sus viajes extrañas luces en el horizonte. 

Las embarcaciones perdidas en el Triángulo de las Bermudas superan el centenar, quizá más si se toma en cuenta aquellas naves pequeñas de quien nadie toma importancia. Con el desarrollo de la aviación, estos aparatos también se hicieron víctimas de la zona. El caso más famoso, el vuelo 19, cinco aviones de instrucción y el hidroavión que fue a buscarlos desaparecieron sin explicación. El común de estos casos es que no se reportan inconvenientes mecánicas ni anormalidades en el clima, pero minutos (o segundos) después todo desaparece sin motivo no dejando
 rastro alguno. 

Los Ovnis de Aurora 

Aurora es un pequeño poblado ubicado en el estado de Texas, Estados Unidos, que alguna vez fue centro de uno de los avistamientos de ovnis más controvertidos del siglo XIX. 

La historia cuenta que en las primeras horas de la mañana del 19 de abril de 1897 un ovni de forma alargada descendió a baja velocidad mostrando señales de avería. El aparato terminó chocando contra el molino de viento del juez J.S. Proctor, destrozando también el tanque de agua y su jardín. La nave terminó destruida llenando la zona de desechos de materiales exóticos. 

Casi todos los habitantes del pueblo corrieron hasta la zona de impacto y encontraron a un ser desfigurado, aunque no podía ser identifiado como humano. Tras retirar el cuerpo decidieron darle cristiana sepultura en el cementerio de la ciudad, enterrándolo al lado de un árbol. 

A pesar de la magnitud de tal acontecimiento, apenas recibió atención de la prensa. El único medio que dio cuenta del hecho fue el Dallas Times Herald que le dedicó unas líneas como una noticia de segunda plana. El diario menciona que el piloto de la nave "no se trataba de un habitante de este mundo". 



El sudario de Turín 

Se dice que cuando Jesús fue crucificado, su cuerpo se envió a una cueva donde fue cubierto con una manta. Al tercer día, cuando unas mujeres fueron a visitar la cueva, no encontraron nada, salvo el sudario marcado con su cuerpo. 

No se supo nada del lienzo hasta el año 525 o 544, cuando la tela se encontró en medio de las piedras durante las obras de reparación de la muralla de Edesa. El sudario se puso en ese lugar por órdenes del rey Abgar V, cuando le atribuyó a éste el milagro de su curación de la lepra negra. A partir de entonces surgió una controversia sobre si la imagen que esta tela es la de Jesucristo, discusión que sigue en nuestros días. 

En el año 944 el sudario fue trasladado desde Edesa a Constantinopla, porque se quería como protección ante el avance musulmán exponiéndolo todos los viernes. Durante las cruzadas el lienzo desapareció (comienzos del siglo XIII) desconociéndose su paradero; aunque se sabe de documentos que confirman que fue llevado a Turín. No fue sino hasta el año 1357 cuando el sudario fue expuesto en la iglesia de Lirey, a unos 150 kilómetros de París. Godofredo de Charny, el caballero que rescató la sábana, nunca explicó cómo la obtuvo luego de estar desaparecida 150 años. Investigaciones indican que los templarios la robaron de Constantinopla y la conservaron hasta 1291 en la fortaleza de San Juan de Acre para luego ser llevada a la templaria de Villenueve-du-Temple, en París. Luego la reliquia fue trasladada a la iglesia de Chambéry. 

En la noche del 3 de diciembre de 1512 se produjo un incendio en la iglesia afectando el sudario; perdiéndose los hombros y uno de los codos, siendo enmendado por las monjas clarisas. La figura se distorsionó debido al uso de agua para aplacar el fuego. 

La explosión de Tunguska 

30 de junio de 1908. Una gran bola de fuego surcó en el amanecer los cielos de Siberia, causando momentos después una terrible explosión sobre el valle rocoso del río Tunguska, estimada en una potencia igual al de una bomba nuclear de 15 megatones. 

El epicentro se produjo a 62 grados de Latitud Norte y 101 grados de Longitud Este, en el área del río Tunguska a 90 kilómetros al norte de la localidad de Vanavara (hoy Rusia). Es en sí un área deshabitada, de frondosa vegetación. En fracciones de segundo, la zona de 2000 kilómetros cuadrados quedó hecha añicos. La onda expansiva se sintió hasta en un radio de 1000 kilómetros (hasta el tren Transiberiano tuvo que parar su marcha). Carbonizó los árboles y los animales perecieron de inmediato produciendo una gran columna de gases y humo que llegaron hasta los 20000 metros de altura. Misteriosamente no se encontró hoyo alguno en el valle. 

El ángel del Mons 

En los inicios de la Primera Guerra Mundial, las tropas británicas en apoyo de Francia defendieron la frontera belga de la ofensiva alemana; pero la fuerza del ataque hizo a los aliados retroceder en dirección a París a través del Mons, en un movimiento desesperado antes que fueran aniquilados por los germanos. 

La retirada del Mons fue dura y sangrienta. Entre los combatientes estaba el regimiento de Coldstream, cuyos hombres serían partícipes de uno de los episodios más misteriosos de la historia militar en el mes de agosto de 1914. Con la mochila en las espaldas y arma en mano, los soldados tuvieron que retroceder rápidamente a sabiendas que eran los últimos en partir teniendo a los alemanes tras ellos. De repente y obligados por las circunstancias entraron en un tupido bosque justo cuando la neblina cayó ante ellos. Habían sido víctimas de una trampa que podría ser mortal. 

Cuando se hizo de noche habían perdido contacto con el resto de su ejército. El comandante ordenó detener la marcha y esperar hasta el día siguiente; aunque se enviaron a dos patrullas a buscar una salida, pero sin éxito. El regimiento de Coldstream necesitaba de un milagro para que los alemanes no los encontraran, sino serían presa fácil de sus armas. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario